Este es un blog que hoy empiezo con el proposito de compartir, procesar y aclarar algunos conceptos que atañen a los creyentes de la fe cristiana. No intento hacer un foro religioso o sectarista, y me abstendré de atacar otras religiones, a menos que haya que aclarar creencias erroneas a la luz de la Biblia. Busco, a traves de un estudio profundo de la palabra, contestar algunas preguntas de aquellos que tienen dudas (yo incluido) acerca de la forma en que algunas creencias y doctrinas han sido transmitidas a traves del tiempo. Para esto tendré que indagar en diferentes materias de estudio bíblico tales como la hermenéutica, historia, arqueología y algunas otras, que harán la misión más práctica e ilustrativa. Un punto muy importante que hay que tomar en cuenta es el hecho que hay cosas que no se pueden explicar o comprobar científicamente; donde la comprensión de las tales depende exclusivamente de la fe del individuo y/o de la revelación del Espíritu Santo.

Habiendo dicho ésto, empecemos nuestro recorrido...

Thursday, May 26, 2011

Es puerco y es malo

El libro de Levítico, en el Antiguo Testamento, es uno de los libros que la mayoría de los lectores de la Biblia tratan de pasar volando, ya sea porque maneja mucha información que puede ser abrumadora, porque se les hace tedioso o simplemente porque no lo entienden; sobre todo en la cuestión de los rituales, leyes y amonestaciones.    
     Pero, lo que quisiera recalcar es que las prohibiciones de la Biblia, más que ser las prohibiciones de un Dios autoritario, son medidas de seguridad para su creación. Uno de los alimentos que el Antiguo Testamento prohibe terminantemente es la carne de puerco: “No comeréis de los [animales] que rumian, y de los que tienen pezuña. El puerco, porque tiene pezuñas, y es de pezuñas hendidas, más no rumia, tendréislo por inmundo”. Levítico 4, 7.  
     “Será que lo que a mi me gusta es ilegal, es inmoral o engorda”, dice una canción del popular cantautor Roberto Carlos; bueno, pues el puerco no es ilegal pero si es un animal inmoral, inmundo y desde luego que es rico en grasa engordadora.
     Cuántas veces no hemos oido la expresión “es más malo que la carne de puerco”. Y es que, en verdad mucha gente se ha enfermado de triquinosis después de disfrutar un platillo con la carne de dicho animal. El cerdo contiene por lo menos tres diferentes tipos de parásito: triquina, tenia y toxoplasmosis. Estos hacen que la persona ordinaria que consume su carne tiente al destino cada vez que incurre en tal indulgencia; debido, más que nada, al hecho que el cerdo es un animal limpiador de toxinas en el ambiente.
     El chancho se alimenta de todo y cuanto puede. Come animales vivos, muertos, limpios, sucios y hasta podridos. Algo parecido a lo que hacen los camarones y los cangrejos en el agua, que son prácticamente las cucarachas marítimas. Pero por ahora me ocuparé del cerdo únicamente. Ese fue el propósito expreso de su creación (limpiar el medio ambiente en que se mueven), y cuando la gente los come también se está alimentando de todo lo que ellos comen. Por algo, después de liberar al endemoniado gadareno (Lucas 8.26-39), Jesús permitió a los demonios expulsados entrar en un hato de cerdos; porque el cerdo era un animal inmundo de por sí.
     Pero tampoco se trata de juzgar a la gente por lo que come, porque a mi también me gusta el cerdo; y, como dijo el Señor a Pedro en visión, cuando le sobrevino el éxtasis en la azotea de la casa de Simón el curtidor: “Lo que Dios limpió no lo llames tú común”. Hechos 10.15. En otras palabras, la oración, la fe y la acción de gracias --para con Dios--, son poderosísimas. Claro que si se puede uno abstener de comer basura, para que comerla, por deliciosa que esta sea. Algo más en que pensar.

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